sábado, 22 de marzo de 2008

LA TEOPOLÍTICA (II)


El último día invitaba a meditar sobre tres aspectos significativos de la función política actual (Teopolítica) que son absurdos a poco que se consideren, y que son, a mi juicio, manifiestamente mejorables. Mi intención es despertar la actitud crítica ante lo que ahora consideramos normal, y preparar el camino para lo que en un futuro expondré como posibles soluciones, o para las que otros pudieran aportar. Sigamos ahora con unos cuantos más, respecto de los cuales me permito preguntarles si permitirían esa actitud a cualquier otro profesional cuyos servicios contratasen. Y si no fuera así, ¿por qué motivo se les habría de tolerar a los actuales teopolíticos? ¿No será posible otra manera?

4.- Un político es el único profesional que se entromete en su vida, regulándosela (no importa, en principio, si para bien o para mal) sin que usted, o un conjunto social significativo, se lo hayan pedido. Algo así como si su panadero tuviera derecho a decirle, (e imponerle), que usted come demasiado pan blanco, por ejemplo, y que a partir de ahora va a tener que consumir integral durante seis meses. Los ejemplos son infinitos. ¿No sería lo lógico que usted, la sociedad en definitiva, tuviera la última palabra sobre lo que los políticos deben hacer o no?
5.- Un político es el único profesional que le cobra lo que quiere, por adelantado, sin posibilidad de negociar y sin garantía de ningún tipo. Usted, a quien se supone que sirve, es su mercado prisionero, y utiliza el sistema de seguridad y control que existe con motivo de su defensa, y que usted paga, para entrarle a saco en su cartera sin orden judicial y con los recargos que considere oportunos. Tanto si el error es suyo (nada infrecuente) como si lo es de usted. ¿Aceptaría esa relación contractual con cualquier otro profesional cuyos servicios contrate?
6.- Un político es el único profesional que dice que le representa sin escucharle. Es evidente que no se puede representar a quien no se escucha. Decir que los políticos son nuestros representantes es una falacia dialéctica. Llamemos a las cosas por su nombre. No estamos en una democracia de representación, sino de elección (en condiciones muy limitadas) de gobernantes en lugar de representantes. ¿Cree que no podría ser de otra manera?
7.- Un político es el único profesional que le presenta la información cuando y como quiere. Casi siempre sesgada, en función de su propio interés y no del suyo que lo financia. Es evidente que todos los vendedores intentan hacer lo mismo, pero como usted tiene la última palabra sobre el comprar o no comprar, puede exigirles la información cuándo y como considere, salvo claro está, en el caso de los políticos. ¿No le gustaría definir las condiciones de la información que recibe?
8.- Un político es el único profesional que le obliga a elegirlo entre un círculo muy limitado de posibilidades, y no personalmente, sino detrás de una organización llamada Partido, con la cual se identifica y pone como escudo. Algo así como si para cambiar de médico, tuviera que cambiar de hospital, en lugar de elegir a otro.
9.- Un político es el único profesional que sólo admite un control de su trabajo cada cuatro años. Imagine eso en cualquier otro negocio de su interés y extrapole las consecuencias.
10.- Un político es el único profesional para el que usted es completamente transparente y que para usted es fundamentalmente opaco. Es evidente que la transparencia debe ser bidireccional, mayor del político hacia usted que al revés, y circunscribirse a los asuntos que la Sociedad considere oportunos.
11.- Un político es el único profesional que se permite controlar todo y todas las profesiones y no admite ningún control sobre su función. La política es la única profesión que carece de un marco de derechos y deberes y de un sistema de control específico. Si eso es lo ideal para el mejor ejercicio de una profesión, pues desregularicemos todas las profesiones. Pero si eso es absurdo, ¿cómo es que una profesión de tal trascendencia, que puede llevarnos a la guerra o a la paz, a la ruina o al progreso, está sin regularizar?
12.- Un político es el único profesional que se permite gastar su dinero tal y como le parece sin pedirle su opinión. Como si su pintor entrara en su casa (y en su presupuesto) e hiciera con ellos lo que le viniera en gana; piense usted lo que piense al respecto y sin consultarle su opinión. (Dentro de cuatro años podrá cambiar de pintor, si no le gusta, eligiendo entre tres o cuatro más.)
13.- Un político es el único profesional al que usted, en un acto de ¿masoquismo? inexplicable, salvo por la fuerza de la costumbre desde cuando no le quedaba más remedio, paga para que le mande en lugar de para que le sirva. Esta claro que a una persona inmadura o irresponsable, por ejemplo a un niño, hay que dirigirla y gobernarla (siempre para su bien, aunque honradamente nos equivoquemos), pero es que se supone que la mayor parte del personal llega a convertirse en adulto responsable (si no, la Sociedad no funcionaria) y gobernar a personas responsables es una cosa (probablemente absurda y prescindible) y atender a sus asuntos (los que ellas decidan) y resolver sus conflictos de intereses otra muy distinta. Ningún profesional gobierna a sus clientes salvo los políticos. Aunque su influencia llegará a ser tan grande como su profesionalidad. Una de mis reivindicaciones será sustraer a los políticos (y rescatar para los ciudadanos) el derecho a establecer lo que llegará a ser un asunto público (político) o personal.
Y podría seguir, pero no es mi objetivo decirlo todo, (porque entre otras cosas nadie sabe qué es todo), sino iniciar un camino crítico con una actividad profesional: la función política actual en las Democracias Avanzadas, a la que yo llamo Teopolítica porque desde luego está rodeada de una halo místico que le permite actuar como a ninguna otra profesión se le permite: con auténtico despotismo ¿ilustrado? Como si estuviera por encima del bien y del mal.
¿No es posible hacerlo de otra manera? Yo creo que sí. En cada uno de los puntos que he hecho notar no es difícil imaginar una manera eficiente de transferir poder del político al ciudadano (producto nuevo). En esa dirección irán mis propuestas.
Podría deducirse de todo lo anterior que padezco de auténtica fobia a los políticos. Nada más lejos de la realidad. Necesito a los políticos (buenos políticos) como a cualesquiera otros profesionales (buenos profesionales), aunque pretendo restarles mucho poder y darles mucha responsabilidad. Cuando tal cosa suceda, ningún político del nuevo estilo querrá cambiarse por un teopolítico de los actuales, del mismo modo que ningún teopolítico actual se cambiaría por un cortesano de Luís XIV a pesar de que el poder de éste, y de sus lacayos, era infinitamente superior y su responsabilidad simplemente nula. Es una cuestión de dignidad. El orgullo de todo profesional es la satisfacción de sus clientes, que volverán reclamados por esa exclusiva y digna razón. Para mí, ése será el camino para dignificar la política al mismo tiempo que podrán atenderse realmente -esta vez sí- los auténticos problemas de los ciudadanos.
Y por supuesto que sí. Si todo eso se cambia, el sistema actual de hacer política cambiará, y visto al revés: desde el sistema actual de hacer política, cambiar todo eso es imposible. Todas las dificultades que se me han planteado provienen del error inicial de que han sido pensadas desde el sistema actual. Pero innovar es pensar de otra manera.
Si usted paga… ¿No es lógico que usted mande?
Mi trabajo es explicarme. Continuaré.

Juan José Ibáñez
C’s de Sant Cugat
Endavant ciutadans!


P.D. Agradezco los comentarios de mis lectores. De alguna manera procuraré darles respuesta directa o indirecta en futuros escritos. Escribir en abierto sobre determinadas ideas aumenta la posibilidad de que encuentren eco. Cambiar la manera de hacer política (mi único interés como ciudadano) no es trabajo sólo de C’s, sino de toda la Sociedad en su conjunto. De otra manera no será posible.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, deberiáis de intentar converger con otros partidos para configurar una "izquierda liberal" más fuerte, con mayor implantación en todo el territorio nacional. Recuerdo que en su día hubo contactos con el PSD (que presentó candidaturas en casi todas las circunscripciones y obtuvo 20.000 votos), y que incluso A. Robles y A. Rivera estuvieron en un congreso del CDL.

No lo digo porque sea lo más sensato emplear la estrategia de sumar siglas sólo con afán de lograr representación institucional, sino porque no entiendo como no ha podido haber entendimiento con algún grupo, no con todos, sólo con alguno.

Echando cuentas sobre las últimas elecciones me ha llamado la atención un hecho muy llamativo que veo que nadie comenta. Sumando los % de votos de C's, UPyD, PSD y CDL por CCAAs y comparándolas se llega a lo siguiente:

a)La "tercera vía" donde tiene más adeptos es en Madrid, comunidad donde la FSM esta en plena crisis. Logra en total un 3,91% y una diputada.

b)En la zona centro-norte de España (Asturias, Cantabria y Castilla y León) se supera el 1,50%, al igual que en las dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla).

c)A continuación el centro-sur (Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia), y la zona del valle del Ebro (Aragón y Rioja) se sitúan entre el 1 y 1,50%, al igual que Andalucía.

d) En las comunidades bilingües (Navarra, Cataluña, Valencia, Baleares y Galicia) se oscila entre el 0,75% y el 1%, el País Vasco logra 1,01%. Extremadura es la excepción que sin ser bilingüe ni tener partidos nacionalista se obtiene sólo un 0,9%.

e)En último lugar queda Canarias, con un nacionalismo bastante arraigado, donde se logra un 0,49%.

Creo que estos datos merecen una reflexión por vuestra parte (y la de otros). Los peores resultados se han cosechado en las CCAAs donde hay movimientos nacionalistas de cierto relieve (a excepción de Extremadura), y donde el PSOE tiene sus mayores delirios nacionalistas. Y es de suponer que es allí donde se debería de haber logrado votantes, todo aquel electorado de centro-izquierda no nacionalista que sin embargo no os ha votado (ni a C's, ni a UPyD, ni a PSD, ni a CDL).

En cambio en el resto de CCAAs los al menos relativamente buenos resultados denotan que comienzan a estan hartos de la deriva nacionalista del principal partido de centro-izquierda de España, del PSOE.

Juan José Ibáñez dijo...

Gracias por su informe. Lo pasaré a personas responsables para que lo atiendan a su criterio. En cualquier caso yo sólo soy un ciudadano más.