miércoles, 16 de abril de 2008

CAMBIAR LA FORMA DE HACER POLÍTICA



Es sabido que quien quiere introducirse en un mercado lo ha de hacer, o bien con un producto clásico envuelto en un envase nuevo y apoyado por una fuerte inversión mediática, o con un producto nuevo que venga a cubrir una necesidad insatisfecha. En este caso la campaña promocional es mínima porque el producto se vende sólo mediante el mejor agente: el boca a boca del cliente satisfecho. No existen más caminos en un mercado libre: o se tienen medios o se tienen ideas.

Salvo por la censura mediática, el mercado político es libre, y es evidente que C’s no sólo no tiene medios, sino que cuenta, como es lógico, con la hostilidad de las fuerzas políticas preexistentes, que lo ven como un rival y competidor. A C’s, por tanto, sólo le queda tener ideas y romper el juego establecido, cuyas reglas, sin abandonar el marco democrático, no puede aceptar a menos que se resigne a ejercer un mero papel de comparsa, y ni aun ese papel le será garantizado. C’s está obligado a ser rompedor y original en sus propuestas políticas, porque de otra manera, ni siquiera está justificado el esfuerzo que supone su existencia. Para más de lo mismo no hacemos falta.

C’s debe, por tanto, fomentar la generación de ideas entre sus bases lo mismo que una empresa que quiera romper el mercado está obligada a cuidar su departamento de I+D, sin lo cual, todo lo demás es secundario. Por otra parte, un partido pequeño como C’s, que nace con la intención de cambiar la forma de hacer política, nace, por definición, con la ambición de alcanzar el poder último, única manera de conseguirlo. O eso, o miente desde el principio en sus promesas, o en el mejor de los casos se engaña a sí mismo.

Cuando C’s decía que iba a solucionar “los problemas reales de la gente”, algunos nos lo tomamos absolutamente en serio. De hecho no parece tan difícil “solucionar los problemas reales de la gente” a un precio de mercado; es lo que hacen cotidianamente el médico, el ingeniero, el electricista y el panadero, por poner algunos ejemplos. Sólo resta estudiar por qué estos profesionales lo consiguen y sin embargo, los políticos andan tan alejados del sentir ciudadano y de sus problemas reales. Un somero análisis nos hace evidentes las diferencias: aquellos profesionales escuchan las necesidades del cliente antes de actuar, y en todo momento, y a su voluntad, éste último controla el coste económico, manda y decide, aunque se deja orientar por el profesional, que es el que está cualificado, y que además asume responsabilidades legales por el resultado de su servicio que también es objeto de garantía. ¡Eso es todo! Así funciona el mercado libre que ha permitido el mayor desarrollo social y material de la Historia.

Si comparamos ahora con la función política vemos que ninguna de esas condiciones se cumple: el político no escucha al ciudadano (ni siquiera existe un sistema eficaz para hacerlo). El político decide lo que se ha de hacer al margen de las necesidades del ciudadano (él decide qué se necesita). El político exige el dinero imperativamente vía impuestos, no garantiza los resultados de su gestión, no se le exige cualificación alguna, y carece de responsabilidades por los resultados de su trabajo. En vista de lo anterior, no es extraño que cualquiera se atreva a ejercer de político. ¿Alguien se sorprende de que la política funcione mal y esté desprestigiada?

Algunos dirán que la Sociedad no es una empresa, y yo afirmo que ése es un prejuicio que C’s debe romper si quiere abrir terrenos nuevos para ocuparlos sin competencia y crecer hasta alcanzar el poder. La Sociedad es una forma de empresa, y los criterios de racionalidad, eficacia, competencia y responsabilidad le son perfectamente aplicables. Todo lo que vaya en la dirección de aumentar la capacidad de los ciudadanos de hacer saber sus necesidades a los políticos; todo lo que aumente la responsabilidad de éstos hacia los primeros, así como la exigencia de su capacitación profesional; y todo lo que transfiera poder decisorio de los políticos a la ciudadanía va en la dirección correcta. (Producto nuevo.) Y todo ese territorio programático está prácticamente virgen y a disposición de C’s. Creo sinceramente que las siguientes medidas empujan en esa dirección. Es con esa intención que las someto a la consideración de la Ejecutiva de C’s y de todos los que formamos el Partido; y aunque su desarrollo no sea objeto de este escrito, que sólo las apunta, es evidente que cuando se empieza a caminar en una dirección nueva, cada paso descubre nuevos horizontes y nuevas posibilidades para un Partido que necesita ideas nuevas.

Juan José Ibáñez

17 de Octubre del 2007





Así comenzaba la presentación de mis 10 propuestas para un programa político diferente antes de las elecciones del 9M. Propuestas que reducidas a 7 (para no abusar) fueron aprobadas por la asamblea de la Agrupación de Sant Cugat y que luego formaron parte de otras muchas, fruto de cientos de horas de trabajo de los afiliados que se fueron por la alcantarilla sin mayor reconocimiento. Una excelente manera de invitarlos a que comprometan su esfuerzo la próxima vez que se les necesite. Desconozco el valor de lo rechazado, aunque algunas cosas pude ver, pero como sigo sinceramente creyendo que en lo fraguado en Sant Cugat se encuentra, realmente, una manera diferente de hacer política, -un producto nuevo-, me siento en el deber de seguir promocionándolas hasta que las bases las conozcan y se pronuncien. Ésta es realmente la razón de que escriba aquí. Debemos tener claro que si hacemos lo mismo. Si construimos un aparato de poder igual al de los partidos preexistentes. Si en definitiva imitamos sus modos, maneras y programas, podemos estar seguros de que o lo hacemos mal o no hacemos falta en el mercado político, y la realidad y las urnas nos lo demostrarán. La primera condición para cambiar algo es cambiar uno mismo primero. Sin esa premisa nada podremos hacer y las promesas serán sólo huecos cajones de palabras. Pero preguntémonos. ¿Está funcionando C’s de una manera diferente que pueda ser la imagen de una manera diferente de hacer funcionar la Sociedad? ¿Cuál es la diferencia, por ejemplo, entre que el Govern no quiera consultar a los padres sobre el idioma de educación de sus hijos y que la Ejecutiva no quiera preguntar a las bases si desean abrir un debate de proyectos que justifique un Congreso o convocarlo directamente? Y al mismo tiempo que la Ejecutiva, para ponerlo en evidencia, nos hace la consulta que el Govern no quiere hacer (demostrando así lo fácil que es), nos priva de la que no quiere hacer. ¿Dónde queda entonces, el supuesto valor moral de su denuncia? ¿No están haciendo lo mismo?

¿Qué le parecería a usted, ciudadano, una ventana en la página del Partido que se titulara: -¿Qué desea usted? No crea que eso es una opción utópica o imposible. En internet hay miles de cosas semejantes, y en la calle también. Ésa es la primera pregunta que le hará quien le quiera servir, y la última, desde luego, que le hará quien le quiera gobernar. Por ese simple detalle podrá saber quién tiene delante.

El próximo día hablaré de la Iniciativa 5x1. Una propuesta buena, bonita y barata, como se suele decir. Totalmente constitucional y sencillita de entender. Tanto que un miembro del CG argumentó contra ella que si se aprobara, “cualquier partidillo podría entrar en el Congreso”. (Lo verifiqué por dos fuentes independientes.) Finísimo olfato que aplaudo, el que demostró el consejero, porque eso es lo que yo creo y esa era mi intención. Cualquier “partidillo” como por ejemplo C’s podría, con ella y otras que diré, haber entrado en el Congreso el pasado 9M con la sola condición de que la Sociedad se tomara en serio nuestra intención. (A eso se le llama credibilidad, cosa que se gana pero no se compra.) Pero lamentablemente ese argumento se usó para rechazarla, no para adoptarla como ariete programático. Es indudable que el consejero en cuestión se creía ya una parte del establishment por estar en el CG, y defendía sus imaginarios privilegios. De otro modo no se explica.



Juan José Ibáñez
C’s de Sant Cugat
Endavant ciutadans!




P.D. Leo en La Vanguardia del sábado (12-04-08): -La junta de Andalucía controla vía satélite las 36686 piscinas que hay en la costa del Sol. –Les basta clicar sobre una piscina o jardín para conocer sus datos y si se riega el jardín, o no, a través del nivel de clorofila de las plantas que el satélite Ikonos puede detectar (dicen). Hay que irse preparando para un control inimaginable a través, no sólo de satélites, sino de microchips implantados en el cuerpo, el móvil localizador, ADN, etc. Las ventajas son inmensas, todas basadas en “la seguridad”. Como veis, ¡los políticos si que saben usar la informática para controlarnos! ¡Lo hacen sin complejos! Sin embargo, ¿En qué ha avanzado el control del poder político en las democracias avanzadas y en qué se diferencia la manera de hacer política actual de la de 1950, por poner una fecha?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciertamente, el mercadeo y vender el producto se ha sabido hacer muy bien en C's. Lástima que haya sido a unas bases ilusionadas a las que se les vendió la moto de que el auténtico motor de C's eramos las bases. Las benditas bases, esas manos de obra barata. ¡Qué lástima!. Cuanta energía derrochada para que C's se convierta en un partido como todos. ¡Cuidado, si te mueves no sales en la foto!
Sigo ahí, albergando la esperanza de que C's, cual "Ave Fénix" emprenda de nuevo el vuelo; pero, lástima, sólo se levantará el vuelo de los cuervos y buitres.
¡Maldigo a los que, teniendo a una tropa sin igual, no han sabido ser los generales que nos empujasen! ¡Maldigo a los trepas! ¡Maldigo a los que me han resaviado! ¡Maldigo a los que me han despojado de mi candidez!

Anónimo dijo...

Estoy bastante de acuerdo con lo dice el autor. C's no nació para decir y hacer lo mismo que los demás. Pero con la actual Dirección creo que se puede hacer muy poco.

Siento decirlo, pero veo que la única solución es refundar el Partido. Estimo que se podría hacer algo a partir de la gente de Izquierda Liberal así como de los movimientos cívicos no nacionalistas. Hacer algo nuevo al margen de la actual Dirección ya que ésta ha copado todos los órganos del partido y no deja margen a nadie (por ejemplo, no tiene sentido que la web de IL no esté enlazada en la de C's).

Recuerdo cuando algunos soñábamos con que C's fuera la gran casa de los movimientos cívicos no nacionalistas.

Creo que Robles y Domingo tienen mucho que decir. Ellos tienen fuerza y prestigio para intentar cambiar las cosas. Sé que discrepan (Domingo calificó en la COPE los cambios en la ejecutiva como "maquillaje") con la línea oficial del partido, pero deben dar un paso al frente y hacer algo ya.

Robles se fue de la Ejecutiva por dignidad y fundó con muy buena voluntad la corriente IL. Pero eso no ha sido suficiente. Insisto, con la actual dirección no se puede hacer nada. En C`s ellos lo abarcan todo. Hay que hacer algo distinto.

O se hace rápido o ya será demasiado tarde.

Saludos