En mi escrito anterior hacía una lista de todas las posibles excusas del fracaso de C’s el pasado nueve de marzo, precisamente para evitar el fácil recurso a ellas (excusas de mal pagador). Nada que se sepa antes de abordar un proyecto puede ser excusa, (a menos que no seamos libres de abordarlo, lo cual no era el caso), porque lo que se sabe, se debe prever, y si no se hace así, es simple incompetencia y por lo tanto, en el mundo real, significa responsabilidad. Aceptamos libremente el reto y fracasamos en nuestro objetivo de obtener al menos un diputado. Dije que no tenemos otra excusa que la realidad: no hemos podido, ni sabido. Es hora de averiguar el por qué, para no repetir errores y sobre todo porque dicen que más se aprende de una derrota que de cien victorias. Lo siguiente era una introducción a las propuestas que propuse a mi Agrupación y que ésta envió a las diversas comisiones con un apoyo de más del 90% de los afiliados, no se puede alegar ignorancia:
Es sabido que quien quiere introducirse en un mercado lo ha de hacer, o bien con un producto clásico envuelto en un envase nuevo, y apoyado por una fuerte inversión mediática, o con un producto nuevo que venga a cubrir una necesidad insatisfecha.
…
A C’s, sólo le queda tener ideas y romper el juego establecido, cuyas reglas, sin abandonar el marco democrático, no puede aceptar a menos que se resigne a ejercer un mero papel de comparsa, y ni aun eso se le garantizaría. C’s está obligado a ser rompedor y original en sus propuestas políticas, porque de otra manera, ni siquiera está justificado el esfuerzo que supone su existencia. Para más de lo mismo no hacemos falta.
Si repaso los fundamentos del éxito autonómico del 2006, creo que se apoya en dos pilares: el primero es que C’s rompió las reglas no escritas del sistema haciendo pedazos el tabú de no hablar de la discriminación de los castellanoparlantes. (Ése fue el producto nuevo que cubría una necesidad real.) El segundo pilar es que Rivera rompió el muro de silencio mediático con su desnudo. Otra acción antisistema. ¡Pura renovación en un charco podrido! Además, la ilusión de los militantes estaba intacta.
El desgaste de la militancia es tan innegable como las numerosas bajas habidas (¿cuántos somos realmente y cuántos se han ido?) y la escisión del 2º Congreso. C’s debería haber sido un incendio y sin embargo ahora -ojalá me equivoque- probablemente sea sólo unas brasas que espero que podamos reavivar. Hay muchísimos motivos que hicieron posible el enorme capital de ilusión política desperdiciada. Sólo el último ejemplo: unas 700 propuestas programáticas llegaron a las comisiones, desde los afiliados, que fueron tramitadas prácticamente sin leerlas y resueltas con un turno a favor, otro en contra y una votación en que muchos consejeros no sabían lo que decidían. Un programa elaborado por unas pocas cabezas, que podía estar muy bien, pero que el PSOE podría defender sin ningún complejo (producto viejo por tanto), entró por la puerta de atrás según las más viejas tradiciones de la política española y mundial: los amigos primero. ¿Qué no se podía atender tanta oferta? Mentira y simple incompetencia: lo que no se podía es controlar tanta oferta. La solución es muy fácil: de las voluntariosas comisiones de las Agrupaciones, que habían invertido voluntariamente miles de horas de trabajo que se han tirado por la borda, hubieran podido obtener otro nivel de comisiones que hubieran cribado las setecientas propuestas (nunca las propias para garantizar imparcialidad) y así sucesivamente en dos niveles más hasta entregar la síntesis de lo mejor para que cualquiera que redacte bien lo conforme en un estilo adecuado que no cambie la esencia del significado. Eso es otra manera de hacer política. Lo que se ha hecho es más de lo mismo: el grupo rector que dice a la gente lo que ha de defender, lo que ha de pensar, y si puede, lo que ha de sentir y para eso no hacía falta un partido nuevo. El principal error de los responsables de C’s, desde que este partido existe, es que se han comportado miméticamente como los demás partidos: primero el control del poder, luego el control de la información, finalmente el control de la voz y la palabra. Y lo que C’s prometía era resolver los problemas reales de la gente, cosa que no se puede hacer sin arbitrar, en primer lugar, los medios para conocer los problemas reales de la gente. Eso significa trabajar en la dirección contraria a la que se ha trabajado. Nuestros dirigentes, igual que los de todos los demás partidos, tienen su maravillosa bola de cristal y ya saben cuáles son nuestros problemas y nuestras prioridades: por ejemplo que ellos nos hagan el programa porque nosotros (se entiende) no sabemos lo que queremos. A eso le llamo yo Teopolítica, y volveré sobre este concepto, porque es preciso acabar con la manera actual de hacer política. Nuestros dirigentes, de cuyas intenciones e inteligencia no dudo, dicen que lo quieren hacer, pero es evidente que no saben cómo porque han fracasado, y han repetido lo que ya otros partidos hacían. (Empezando por insultar en un video a la competencia, renunciando así a la elegancia y las buenas maneras. ¿Qué profesional descalifica a sus colegas en el mundo real?) Y voy a poner un solo ejemplo de nuestro programa, (para no alargarme), que lo clasifica indefectiblemente como producto viejo (y que no podemos vender sin muchísimo dinero): le decimos a la sociedad qué va a tener que hacer con el aborto si nosotros mandamos algún día. Y así muchas otras cosas. El producto nuevo hubiera sido que nosotros le fuéramos a preguntar a la Sociedad qué quiere que hagamos con el aborto cuando lleguemos al poder. Eso se llama servir a la Sociedad. Ése es el producto nuevo a vender: ¡Servicio real! Todos los partidos le dicen a la Sociedad qué van a hacer con ella. Yo quiero un partido que me pregunte qué quiero hacer con la Sociedad. Así cuando me pliegue a ella, sabré que lo estoy haciendo a la voluntad de la mayoría, no a la del sabio de turno que me impone su obsesión porque controla el poder. Alguno, dentro del partido, se ha dado el gusto de conformarnos según su opinión y vanidad particular en ése y otros asuntos, como a Carod Rovira le gustaría conformarnos según su obsesión particular (no hay mucha diferencia entre uno y otro, sólo cualitativa, no cuantitativa), pero esa estupidez no ha atraído ni un voto de sus correligionarios y sí que ha provocado la huída de muchos de los que piensan de otra manera. Es un gravísimo error (y una antigualla) intentar definir a la Sociedad, tan polifacética ella, dentro de un marco de valores. Es el mismo error de todos los nacionalistas, e insisto en que no ataco personas sino sus ideas, pero las cosas esenciales las debe decidir la Sociedad, no sus servidores.
Concluyendo: ¿Por qué hemos fracasado? Porque hemos despreciado el esfuerzo de las bases. Porque no hemos vendido un producto nuevo. (No digo malo.) Porque no hemos roto el silencio mediático. (Lo que hubiera sido posible con el producto nuevo.).
Todo esto la Ejecutiva lo sabía oportunamente (lo que ni le añade ni le quita responsabilidad), pero no creo que sea ético que nadie pida su dimisión sin proponer una alternativa y someterla a las bases. Lo que si que es éticamente inexcusable es que la Ejecutiva ponga sus cargos a disposición del Consejo General y de las bases. Por ahí debe empezar la regeneración de este partido. Si no es así es que se sigue sin entender nada. En la vida real (no en la Teopolítica) fracaso significa dimisión y asunción de responsabilidades.
Alguno podría alegar que no es posible conocer la voluntad de los ciudadanos. ¡Por favor! ¿Qué no sabéis lo que es la informática?
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A C’s, sólo le queda tener ideas y romper el juego establecido, cuyas reglas, sin abandonar el marco democrático, no puede aceptar a menos que se resigne a ejercer un mero papel de comparsa, y ni aun eso se le garantizaría. C’s está obligado a ser rompedor y original en sus propuestas políticas, porque de otra manera, ni siquiera está justificado el esfuerzo que supone su existencia. Para más de lo mismo no hacemos falta.
Si repaso los fundamentos del éxito autonómico del 2006, creo que se apoya en dos pilares: el primero es que C’s rompió las reglas no escritas del sistema haciendo pedazos el tabú de no hablar de la discriminación de los castellanoparlantes. (Ése fue el producto nuevo que cubría una necesidad real.) El segundo pilar es que Rivera rompió el muro de silencio mediático con su desnudo. Otra acción antisistema. ¡Pura renovación en un charco podrido! Además, la ilusión de los militantes estaba intacta.
El desgaste de la militancia es tan innegable como las numerosas bajas habidas (¿cuántos somos realmente y cuántos se han ido?) y la escisión del 2º Congreso. C’s debería haber sido un incendio y sin embargo ahora -ojalá me equivoque- probablemente sea sólo unas brasas que espero que podamos reavivar. Hay muchísimos motivos que hicieron posible el enorme capital de ilusión política desperdiciada. Sólo el último ejemplo: unas 700 propuestas programáticas llegaron a las comisiones, desde los afiliados, que fueron tramitadas prácticamente sin leerlas y resueltas con un turno a favor, otro en contra y una votación en que muchos consejeros no sabían lo que decidían. Un programa elaborado por unas pocas cabezas, que podía estar muy bien, pero que el PSOE podría defender sin ningún complejo (producto viejo por tanto), entró por la puerta de atrás según las más viejas tradiciones de la política española y mundial: los amigos primero. ¿Qué no se podía atender tanta oferta? Mentira y simple incompetencia: lo que no se podía es controlar tanta oferta. La solución es muy fácil: de las voluntariosas comisiones de las Agrupaciones, que habían invertido voluntariamente miles de horas de trabajo que se han tirado por la borda, hubieran podido obtener otro nivel de comisiones que hubieran cribado las setecientas propuestas (nunca las propias para garantizar imparcialidad) y así sucesivamente en dos niveles más hasta entregar la síntesis de lo mejor para que cualquiera que redacte bien lo conforme en un estilo adecuado que no cambie la esencia del significado. Eso es otra manera de hacer política. Lo que se ha hecho es más de lo mismo: el grupo rector que dice a la gente lo que ha de defender, lo que ha de pensar, y si puede, lo que ha de sentir y para eso no hacía falta un partido nuevo. El principal error de los responsables de C’s, desde que este partido existe, es que se han comportado miméticamente como los demás partidos: primero el control del poder, luego el control de la información, finalmente el control de la voz y la palabra. Y lo que C’s prometía era resolver los problemas reales de la gente, cosa que no se puede hacer sin arbitrar, en primer lugar, los medios para conocer los problemas reales de la gente. Eso significa trabajar en la dirección contraria a la que se ha trabajado. Nuestros dirigentes, igual que los de todos los demás partidos, tienen su maravillosa bola de cristal y ya saben cuáles son nuestros problemas y nuestras prioridades: por ejemplo que ellos nos hagan el programa porque nosotros (se entiende) no sabemos lo que queremos. A eso le llamo yo Teopolítica, y volveré sobre este concepto, porque es preciso acabar con la manera actual de hacer política. Nuestros dirigentes, de cuyas intenciones e inteligencia no dudo, dicen que lo quieren hacer, pero es evidente que no saben cómo porque han fracasado, y han repetido lo que ya otros partidos hacían. (Empezando por insultar en un video a la competencia, renunciando así a la elegancia y las buenas maneras. ¿Qué profesional descalifica a sus colegas en el mundo real?) Y voy a poner un solo ejemplo de nuestro programa, (para no alargarme), que lo clasifica indefectiblemente como producto viejo (y que no podemos vender sin muchísimo dinero): le decimos a la sociedad qué va a tener que hacer con el aborto si nosotros mandamos algún día. Y así muchas otras cosas. El producto nuevo hubiera sido que nosotros le fuéramos a preguntar a la Sociedad qué quiere que hagamos con el aborto cuando lleguemos al poder. Eso se llama servir a la Sociedad. Ése es el producto nuevo a vender: ¡Servicio real! Todos los partidos le dicen a la Sociedad qué van a hacer con ella. Yo quiero un partido que me pregunte qué quiero hacer con la Sociedad. Así cuando me pliegue a ella, sabré que lo estoy haciendo a la voluntad de la mayoría, no a la del sabio de turno que me impone su obsesión porque controla el poder. Alguno, dentro del partido, se ha dado el gusto de conformarnos según su opinión y vanidad particular en ése y otros asuntos, como a Carod Rovira le gustaría conformarnos según su obsesión particular (no hay mucha diferencia entre uno y otro, sólo cualitativa, no cuantitativa), pero esa estupidez no ha atraído ni un voto de sus correligionarios y sí que ha provocado la huída de muchos de los que piensan de otra manera. Es un gravísimo error (y una antigualla) intentar definir a la Sociedad, tan polifacética ella, dentro de un marco de valores. Es el mismo error de todos los nacionalistas, e insisto en que no ataco personas sino sus ideas, pero las cosas esenciales las debe decidir la Sociedad, no sus servidores.
Concluyendo: ¿Por qué hemos fracasado? Porque hemos despreciado el esfuerzo de las bases. Porque no hemos vendido un producto nuevo. (No digo malo.) Porque no hemos roto el silencio mediático. (Lo que hubiera sido posible con el producto nuevo.).
Todo esto la Ejecutiva lo sabía oportunamente (lo que ni le añade ni le quita responsabilidad), pero no creo que sea ético que nadie pida su dimisión sin proponer una alternativa y someterla a las bases. Lo que si que es éticamente inexcusable es que la Ejecutiva ponga sus cargos a disposición del Consejo General y de las bases. Por ahí debe empezar la regeneración de este partido. Si no es así es que se sigue sin entender nada. En la vida real (no en la Teopolítica) fracaso significa dimisión y asunción de responsabilidades.
Alguno podría alegar que no es posible conocer la voluntad de los ciudadanos. ¡Por favor! ¿Qué no sabéis lo que es la informática?
Juan José Ibáñez
C’s de Sant Cugat
Endavant ciutadans!
3 comentarios:
Bravísimo, me quedo con esto:
En la vida real (no en la Teopolítica) fracaso significa dimisión y asunción de responsabilidades.
En efecto, después de lo sucedido lo peor que le puede pasar a Ciudadanos es ignorarlo y simular que no ha ocurrido nada.
Hola Juan José,
Mis felicitaciones por delante por este post.
Creo que podemos coincidir en muchas apreciaciones. Sin ánimo de hacer propaganda ni de hacerte leer pero para no repetir cosas que ya he dicho antes y ya que para eso está la informática te remito a algunos post de mi blog donde expreso algunas ideas: http://pelendon.blogspot.com/2008/02/la-polis-virtual.html
http://pelendon.blogspot.com/2008/01/un-nuevo-paradigma-poltico.html
http://pelendon.blogspot.com/2008/01/hacia-la-accin-poltica.html
Como pequeño resumen algunas ideas son:
-El uso y optimización de las nuevas tecnologías como las redes sociales tipo web 2.0, con herramientas tipo Orkut, de Google (http://www.orkut.com/About.aspx )
- Que las estructuras organizativas deben tener en cuenta cuestiones tales como la enorme cantidad de ciudadanos virtuales que pueden concurrir a un determinado debate, la ingente cantidad de información que se genera, cómo encontrar modelos lo más democráticos posibles sin perjuicio de la operatividad en la toma de decisiones, etc.
- Que la estrategia a seguir a partir de ahora por un partido como C’s no puede ser la misma que la de los gigantes a los que se enfrenta.
Soy consciente que estas ideas están poco desarrolladas, Me uní a C’s en enero y tenía claro que en la agrupación digital era donde mejor podía encajar, estuve en contacto con Paco Berlanga y aún cuando la receptividad a algunas ideas era muy buena no había tiempo para desarrollarlas en ese momento.
Es muy probable que muchos errores se hayan cometido por esto mismo, por falta de tiempo y de organización pero por mi parte me pongo en el lugar de aquellos que han asumido la responsabilidad de dirigir el partido y los veo tan víctimas de ello como las bases.
A partir de ahora lo que me gustaría es que se creasen grupos de trabajo para desarrollar todo esto.
Un saludo
Raúl
Hola Juan José,
Después de leer este post me pregunto cómo es que no eres tú uno de los máximos responsables de Ciutadans. Veo que has hecho un magnífico análisis de vuestros errores. Yo, como voluntario de UPyD, he decidido absternerme de hablar de cuestiones internas de C's que no afecten directamente a UPyD (por eso me limité a hablar de la cercanía de nuestros partidos, pero no de el funcionamiento interno del vuestro).
Me ha maravillado la excelente interpretación que has hecho de los "productos nuevos" y la "ruptura del silencio mediático". Quizá eso lo tuviéramos más sencillo en UPyD por tener a una candidata más conocida que hablaba de transversalidad en oposición a "izquierda-derechoa". El trabajo de vuestros militantes ha sido fantástico en internet (que fue a lo que yo me dediqué) y lamento profundamente que se haya ido al garete al final.
Espero que algún día, la cosa cambie y podamos remar todos en la misma dirección. Un gran abrazo,
Mario García
Altavoz Magenta
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