miércoles, 28 de mayo de 2008

DE TODA LA VIDA


En relación con mi artículo anterior “Razón e Ideología” Irene García me envía un texto, titulado como se indica debajo, que merece ser publicado y en entorno más amplio. Podría tomarse como una crítica negativa a una determinada actitud, pero también como una llamada a atreverse a mirar hacia delante, a avanzar y arriesgarse. Yo lo aprecio en este último sentido, e invito a que los lectores lo hagan así, de modo que con el permiso de Irene, le cedo la palabra (y gracias por el trabajo):

DE TODA LA VIDA

De todos los latiguillos, expresiones y frases hechas, hay una que cuando la escucho, me resulta descorazonadora: “de toda la vida”. Soy tal o cual cosa de toda la vida, de este o aquel club de toda la vida. Como si al ser de toda la vida, la persona que lo afirma se arrogase un pedigrí, una solidez o una credibilidad en apariencia irrefutable. Pero, ¡ay!, cómo duele cuando ese pedigrí o solidez o credibilidad tiene que enfrentarse a la prueba del algodón. Cuando se le pide a este individuo que afronte situaciones nuevas, o que contemple nuevas posibilidades. Sube la barrera y se encastilla en su pertenencia a lo que sea de toda la vida, al grito de no pasarán. Ser de toda la vida se ha convertido en un sustitutivo del amén (¡de toda la vida!).

La Historia no tiene compasión con nada que sea de toda la vida, porque nada ni nadie mejor que la Historia sabe que de toda la vida no hay nada. La Historia es fluir, y si fluye no se para y si no se para, nunca, jamás, podrá ser de toda la vida. La Historia ha arrollado sin compasión a todos aquellos que se han atrevido a santificarse a si mismos estampándose el sello “de toda la vida”.

La Historia ha barrido religiones, patrias, lenguas, y pronto barrerá ideologías de toda la vida. La Historia nunca se detiene a mirar atrás. Arrolla y punto. Si una patria no sirve, se desmorona, y surgen otras, si una lengua no sirve, muere, y surgen otras, si una religión ya no nos explica el mundo, tampoco nos sirve y desaparece. ¿Por qué iban a ser diferentes las ideologías? Son al fin y al cabo un producto del intelecto humano, como las patrias, las lenguas o las religiones. Tan lejano todo ello del orden que rige, por ejemplo, en la naturaleza, tan amoral ella. ¡Y tan verdadera! Según y cómo, sólo la naturaleza estaría en posición de poder afirmar que es de toda la vida, ¡y con reservas!, que se las dejo a los astrónomos, geólogos y demás científicos.

Ser de toda la vida es jubilarse de forma anticipada. Es inmovilismo. Es desidia, por ceguera o necedad (que no sé qué es peor). Tibieza y falta de curiosidad. Ser de toda la vida es estar muerto. El futuro es de los valientes y no hay valentía en ser de toda la vida, porque son los valientes quienes se atreven a seguir trabajando y luchando; moviéndose, ansiosos de ir más allá, curiosos. Dispuestos a encontrarse con que, ¡oh!, sorpresa, ¡cul de sac!, y dar media vuelta y volver empezar, explorando otras vías. Y quienes viven así (los valientes), no serán nunca de toda la vida.

Pero ser valiente u osado tiene un alto precio. Empezando por ser diferente. Luego viene la resistencia del entorno a que le cambien los esquemas en los que ya ha aprendido a sobrevivir. Siguen los recelos de quienes rechazan lo que no han inventado ellos, no vayan a descabalgarlos del pedestal en el que se han colocado, y donde se puede leer al pie: “De toda la vida”. Y la arrogancia cobarde de esos mismos, tan conocedores y eruditos de lo de toda la vida, cosa que los valientes, obviamente, no pueden entender. Pero resulta que por alguna ley que desconozco, al final son los valientes quienes se hacen con el futuro y los tibios no van a ninguna aparte. A los valientes, la Historia les perdona la vida y les permite seguir, porque no van a obstaculizarla en su fluir.

Ciudadanos – Partido de la Ciudadanía surgió de un movimiento de gente valiente. No nos corresponde reinventar la sopa de ajo, sino dar un paso más allá en el pensamiento político y hablarle a la sociedad de esa nueva forma de hacer política de la que tanto se nos ha llenado la boca: -Ciudadanismo. Sin refritos ideológicos donde se esconda nada de lo de toda la vida. Si no somos capaces de innovar, la Historia nos barrerá antes que a nuestros adversarios políticos y tendremos que seguir soportando la cobardía, la tibieza, el más de lo mismo, la desidia y la pedantería de los de toda la vida.

Irene García

C’s de Sant Cugat

Endavant Ciutadans!

P.D. Siempre agradezco y tengo en cuenta los comentarios de los lectores, sean críticos o no. Lo que ayude a hacer mejor a C’s será siempre bienvenido.

2 comentarios:

alfredo dijo...

Un gran comentario. Querer ser como todos los demás, o decirse de centro, liberal o socialdemócrata no nos conduce a nada. Tenemos que impulsar otra cosa, otra práctica, otra acción. Ciudadanos debe ser distinto, ofrecer algo distinto y que se vea por la sociedad como algo distinto. Ser un partido como todos, no va a llevarnos a ningún lado.la ceguera y luchas intestinas de oficialistas y opositores tampoco. ¡Nuestro partido debe ser de la gente anónima y sencilla, no de los que quieren mantener los privilegios o convertirse en los nuevos mandamases!. Que se escuche y se de la palabra a esa gente, que no quiere ni queremos ser meros bisagras, vender derechismo o izquierdismo según el medio, atarse a partidos napoleónicos, con todo su éxito inicial...O vendemos y practicamos algo distinto, o nada hay que hacer. Pero no nos olvidemos que eso se ve en la calle, no en los programas o papeles.
Saludos a tod@s

Unknown dijo...

Efectivamente, como ya dijo Heráclito, lo único inmutable es el cambio. Sólo él es con justicia "de toda la vida". Y si no, que se lo pregunten a los dinosaurios (los de verdad), extinguidos porque su desarrollo evolutivo los llevó a un callejón sin salida. ¿Es eso lo que nos puede pasar en C's? Somos muy jóvenes para ello pero algunas actitudes (desde arriba hasta abajo) indican que llevamos ese camino. ¿Qué hemos aprendido de otros partidos que nos han precedido? Insuficiente. Valentía es lo que nos falta. Dejemos a los "de toda la vida" en organizaciones "de toda la vida", recojamos lo que han hecho bien y metámoslo en el morral con nuestros sueños de un futuro más halagüeño para todos. Recordemos que al viejo lema "libertad, igualdad, fraternidad" aún le queda camino para hacerse realidad. ¿Podrá C's contribuir a ello? Depende, entre otras cosas, de nuestro coraje moral.